Invertir a temprana edad es la mejor decisión que puedes tomar

Invertir en edad temprana

El dinero es un excelente siervo, pero un terrible amo. El día de hoy te contaremos por qué invertir desde una edad temprana te permitirá conseguir que los activos trabajen a tu favor, no en tu contra.

Cuanto antes empieces, mayor será tu tolerancia al riesgo.

Un inversor que empieza a una edad más temprana puede permitirse el lujo de soportar la volatilidad del mercado. Las inversiones que producen los mayores rendimientos suelen hacerlo con mayores dosis de volatilidad. Los inversores más jóvenes pueden capear estos periodos de volatilidad.

Las personas que empiezan a invertir más tarde suelen tener una menor tolerancia al riesgo, ya que el periodo de tiempo que transcurre antes de que vuelvan a necesitar el capital es mucho más corto. Por ello, la volatilidad del mercado puede provocar pérdidas si el inversor intenta retirar su patrimonio en el momento equivocado. Desgraciadamente, los que invierten más tarde en la vida suelen estar jugando a ponerse al día, lo que les lleva a asumir más riesgos.

 

 

Ahorrar e invertir

 

 

Los hábitos tardan en crearse

En las primeras etapas de su carrera, es posible que tenga el deseo de empezar a invertir, pero que sienta que le falta liquidez. Sin embargo, incluso si, como la mayoría de sus compañeros, vive de cheque en cheque, debería ahorrar una pequeña cantidad cada mes.

Intenta ahorrar al menos el 5% de tu sueldo cada mes en una cuenta de ahorro o de inversión en México, que no esté directamente vinculada a tu cuenta corriente. Ingresa fondos en esta cuenta todos los meses en cuanto cobres y déjala como está. Desarrollar el hábito en esta etapa de tu vida es mucho más importante que la cuantía de la suma que ahorres. Sin embargo, a pesar de que la cantidad puede parecer pequeña, con el tiempo puede crecer de forma significativa, lo que nos lleva al siguiente punto…

 

El increíble poder del interés compuesto

El interés compuesto, también conocido como efecto bola de nieve, es el crecimiento que se consigue sobre el crecimiento. Imagine una bola de nieve en lo alto de una colina. Cuando la bola de nieve empieza a rodar y a acumular más nieve, esta capa extra de nieve es el crecimiento.

Cuanto más crece la bola de nieve, más nieve puede acumular. Las mismas leyes se aplican al crecimiento de su cartera.

 

Inversiones

 

 

Invertir conlleva un riesgo; no invertir conlleva un riesgo mayor

Los inversores que empiezan a una edad temprana antes de asumir las principales responsabilidades de la vida, incluida la paternidad y la propiedad de la vivienda, aprenden valiosas lecciones. Invertir conlleva un riesgo inherente. Sin embargo, como coinciden la mayoría de los inversores experimentados, el mayor riesgo es no invertir.

Aquellos que deciden no invertir, almacenan y guardan su patrimonio generalmente en cuentas de efectivo que conllevan una pérdida anual garantizada del 3% por la inflación. Los inversores que empiezan a una edad temprana son capaces de visualizar el poder de los mercados financieros y las recompensas asociadas. Los jóvenes inversores que invierten antes de ser padres suelen hacerlo con menos miedo y, al hacerlo, aprenden valiosas lecciones y continúan invirtiendo a lo largo de su vida en lugar de evitarlo por miedo a perder.

 

Alivio del estrés

Siempre existirá un gran dilema entre si el dinero hace feliz o no. Sin embargo, la mayoría de la gente está de acuerdo en que la falta de dinero genera estrés. La acumulación de estrés a largo plazo tiene efectos muy negativos en la salud. Goldman Sachs ha elaborado recientemente un informe en el que señala los beneficios para la salud de una planificación financiera sólida.

Invertir a una edad temprana permite evitar muchas de las tensiones asociadas al dinero. Esta tranquilidad puede ser, en muchos sentidos, más valiosa que el propio dinero acumulado.

 


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